¡Buh!
¿Te has asustado? ¿No? Mierda, si se supone que hoy todo da miedo.
Hoy es Halloween, y es viernes, no sé si eso complica más las cosas. El caso es que esta noche estará llena de brujas, zombies y fantasmas que llamarán a tu puerta en busca de golosinas. Porque, por lo visto, las brujas no comen niños, los zombies tampoco cerebros, y los fantasmas... ¿esos comían algo? Bueno, es igual, porque a todos hoy les mola atiborrarse a azúcar y nada más.
Festividad americana donde las haya, los españoles no podíamos dejar de copiarla. En mucha menor medida, eso está claro, pero a mi timbre ya han llamado varios niños sedientos de sangre... o sirope de fresa. Pasos en la escalera, gritos... y ni siquiera se han dignado a pintarse la cara.
-Hola, soy un niño, voy en chándal y te pido que me des algo porque es Halloween. ¿Cómo te quedas?
Pues anonadada, niño, anonadada. Así me quedo. Ni siquiera me preguntan el ¿truco o trato? Yo elegiría portazo, porque no puedo darles más que un pictolín.
Pero los niños embriagados de dulce no son lo peor de hoy. En realidad, la peor de todas mis pesadillas es Zoe y su empeño por disfrazarse de la versión zorrona de algún ser sobrenatural. Eso está de moda, según dice. Las Monsters High son un claro ejemplo de ello, ahora que lo pienso. Y todas las celebrities se maquillan y cuelgan las fotos sexyríficas (nueva palabra con sexy + terrorífica) en su Instagram para compartir con el mundo su interés por esta fiesta tan antigua.
Pero a mí me parece una excusa para enseñar tetamen y culamen, y no estoy dispuesta a unirme a ello. Con lo fácil que es pillar una sábana y hacerle dos agujeros para los ojos.
Las brujas no están buenorras, tienen que dar miedo. Pero bueno, ¿qué daño hacen a nadie, verdad?
Lo de Gus no sé si es mejor o peor, porque a él lo que le gusta es disfrazarse de algún personaje famoso y obligarnos a nosotras a complementarlo. Temo que pueda venir con trajes de cuero para interpretar a Los Ángeles de Charlie.
En fin, creo que voy a intentar convencerlos de que nos quedemos en casa viendo una peli de miedo. O Sálvame Deluxe, que también tiene lo suyo.
La noche de las brujas puede estar llena de sorpresas, excepto para mí... que mis vecinas lo son durante todas las noches del año y escucharlas berrear con sus escobas ya no me impresiona.
No olvidéis cerrar las ventanas y mirar debajo de la cama. Podéis tomarlo a coña, pero a mí se me acaba de ir la luz por la face.
¡Hasta mañana! Si es que llegáis...Muajajaja!!!