jueves, 18 de septiembre de 2014

Querido verano

Querido verano:

¿Por qué no te vas ya a la mierda?
Ha sido genial, de verdad, pero ya no te aguanto. Y, ¿sabes? No eres tú, soy yo... que sudo como un maldito cerdo 23 horas al día (la que queda la suman las distintas duchas que me doy al día).
¿Por qué sigues atormentándome cada noche, obligándome a pagar un dineral en luz? Porque sí, tengo el ventilador conectado a todo trapo en todo momento, acartonándome los ojos, resecándomelos, evaporando cada lágrima que los humedece. Ya ni siquiera puedo llorar.
Y créeme, tengo ganas. Y son por ti, querido verano.
Creo que ya está bien, ¿no te parece? Al fin y al cabo, las vacaciones se han terminado. ¿De qué me sirves ya? ¿De qué sirves a nadie, maldita sea?

El calendario dice que estás a punto de marcharte, pero yo sé que es una ilusión vaga que solo un tonto creería. Septiembre te gusta, no digas que no. Será porque todo está más barato y hay menos turistas, no lo sé. Yo ya no sé nada.

Excepto que debemos seguir caminos separados. No seas abusón y deja espacio para los demás. El otoño está a la vuelta de la esquina, ¿por qué no te largas con dignidad y nos dejas a todos disfrutarlo en paz? Estoy harta de bermudas y tirantes, harta de que se me pegue el culo a la silla. Quiero empezar a tapar carne otra vez, necesito cubrir las lorzas de mis brazos. Necesito salir a la calle tranquila, sin miedo a que el sol me achicharre y me manche las axilas.
Una retirada a tiempo es una victoria. Lo he pasado muy bien en tu compañía, pero lo estás estropeando. Lo poco gusta, lo mucho cansa. Lo tuyo... agobia.

Por favor, lárgate de una maldita vez, te lo ruego. Si lo haces, el año que viene procuraré llegar a tiempo para la operación bikini. Te lo prometo.

Pero vete a incordiar a otros y no hagas que te odie (más).
Atentamente,


Berenice.

martes, 2 de septiembre de 2014

Mujeres, hombres y... avatares

Estaba hoy haciendo zapping y he flipado. Así, sin más. Flipado.
¿Pues no va y me encuentro con que "Mujeres, hombres y viceversa" ha sido invadido por los Na' vi? (Sí, los bichos azules de Avatar).
¿Qué pasa, que a las tronistas ya no les valen los cachitas tatuados?
Reconozco que hace tiempo que no veía ese programa, y cuando digo tiempo... me refiero a años. Creo que se ha convertido en un show más falso que las tetas de Zoe, y que todo el mundo lo sabe. Los que participan y los que lo ven. Porque, a ver... ¿de verdad esa gente necesita ir a un plató de televisión para encontrar el amor? No, mejor dicho... ¿de verdad esperan que nos lo creamos?

Pero hablemos del estilismo (porque ver un avatar en plató me ha demostrado que la televisión es una reinvención continua), que es como un virus que se extiende con una rapidez asombrosa. Las tías enseñan carne y se tatúan los hombros con flores de colores mientras ellos llevan escotes más pronunciados que los que yo me he permitido jamás y se peinan unos tupés de quince centímetros.
Pero, por lo visto, los clones se han quedado desfasados. Y aquí es donde entra en escena el avatar del que te hablaba. En serio, un tío maquillado de azul, con una peluca negra, larga y extremadamente brillante, lentillas de color y un par de huevos. Porque salir a conquistar a la buenorra de la tronista de esa guisa es algo digno de admirar. Increíble, fascinante, el programa de citas se reinventa y este tío está en la final.
Y no contentos con esto, los genios de Mediaset han pensado que sería genial emitir una grabación de la familia del avatar, fingiendo que no podían acompañarlo en plató porque seguían en su planeta.
Maravilloso.

Ahora mi pregunta es la siguiente... ¿qué hará nuestro Na' vi si lo elige su reina? ¿Le meterá la lengua hasta el fondo o unirán los extremos de sus coletas en un intento por conectar más profundamente el uno con el otro? ¿Se irá la guapa tronista a descubrir los secretos de Pandora?

Francamente, espero que sí.